Wednesday, November 22, 2006

Milton, ya no desde su rincón.


Todo esto de la vida después de la muerte se me está haciendo muy raro. La eternidad, hasta este minuto, me parece una cosa de locos. El tiempo ha desparecido y con él, el costo de oportunidad. Puedo satisfacer todas y cada una de mis necesidades, y ahora que lo advierto, ya que acá los recursos son ilimitados, las necesidades no existen: la economía patas pa´ arriba. He ahí una oportunidad Milton!! La primera teoría económica del más acá!! Milton, tú si que no pierdes el tiempo, noo señor!!

Pero ahora que lo pienso, ya deben haber otros de mis distinguidos colegas que ya han surgido con empresa semejante: demonios!! ese Smith me lleva ventaja de nuevo. Y ni siquiera es necesario que sea uno de mis colegas, sin deadlines, cualquier hijo de vecino puede hacer una teoría económica perfecta. A lo mejor sería gratificante ser el primero, pero se me vuelve olvidar que aquí donde no hay tiempo tales calificaciones pierden sentido… mmmm... complicado esto del tiempo, sin necesidades, ni plazos para consumar los deseos, todos se ven por acá sumidos en la más completa inacción.

Recuerdo un día que uno de mis más avezados alumnos (después me vine a enterar de que ayudó a mandar a mucha gente para acá) me dijo “en Chile, todo se deja para el último día”, bueno, acá es como en Chile, sólo que ese día no va a llegar nunca, se pospone en lo indefinido, y aunque corren algunos rumores, son sólo trascendidos.

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